¡Cuan grande es el perdón!

En un pueblo de Colombia, hace ya varios años, Vivian un padre y madre de familia y su hijo Francisco; el padre tenia varios negocios, algunos muy escondidos, que ni su hijo, ni su esposa sabrían… un día como cualquiera, la familia se dispone a vivir un día mas como todos… cuando de un momento a otro, se presenta un hombre extraño para el niño y su madre, pero para el padre si resulta conocido; “¡no cumpliste con lo que acordamos!” exclamo el hombre enfurecido… ¡esta me la vas a pagar! Volvió a exclamar el hombre entre molesto y desesperado; y volviendo a ver al niño y su madre… fijamente con la mirada en ellos… saca su arma y remata al padre con cinco disparos que acaban fulminantemente con la vida del padre… el hombre sin expresión alguna en su rostro, sigue viendo burlonamente y prepotentemente al niño y su madre… guarda el arma homicida… hecha un ultimo vistazo al niño y a la mujer advirtiéndoles que no hagan nada indebido; mira al cuerpo inerte; y se marcha sin titubear…
La esposa y su hijo, impactados por lo sucedido, rompen a llorar desconsoladamente…
Después del funeral; la madre ordena a su hijo ¡Tienes que vengar la muerte de tu padre!... Era tan solo un niño de escasos nueve años, y desde ese momento cargaría con tal exclamación...
Día tras día, semana tras semana, mes tras mes… la madre seguía metiéndole en la cabeza al niño ¡tienes que vengar la muerte de tu padre!...
El niño fue creciendo, con la idea de matar a aquel que había acecinado a sangre fría a su padre… el niño se fue convirtiendo en un hombre… ya tenia 26 años de edad… un día de tantos el niño ya hecho un hombre, llega a la casa de su madre después de un día de trabajo… su madre le recibe exaltada diciéndole ¡El hombre que mato a tu padre ha venido, tienes que cumplir con la venganza!... el hombre sale de la casa decidido a buscar aquel homicida, para matarlo y terminar por fin con todo el sufrimiento que había vivido con su madre por la muerte de su padre…
Era un domingo, y en la plaza del pueblo se estuvo realizando una campaña evangelistica durante toda la semana, ese día era el ultimo de dicha campaña… el hombre con sed de venganza, busca entre la gente, para ver si reconoce al acecino de su padre, decidido a terminar con su vida, empuña un revolver calibre 38, en la bolsa de su pantalón…
En eso entre la multitud que escuchaban el mensaje que el predicador estaba ofreciendo… el hombre vengador, comienza a escuchar el mensaje…
El predicador decía “hombre, mujer, que me escuchas… Jesucristo, murió por ti y por mi… el te ama incondicionalmente, el te ha perdonado porque te ama, perdona tu a tu enemigo, a tu hermano, a tu vecino, a tu familia, porque Dios te ama, y fue capas de enviar a su hijo para que se sacrificara por amor a ti, y por ello el te ha perdonado; deja ya de cargar con el sufrimiento, deja ya de cargar con la venganza, deja ya de cargar con el rencor, deja ya de cargar con la culpa, deja ya de cargar con el odio, que no te permite vivir feliz; Dios no desea que la humanidad se pierda, ni que sufra, ni que sea infeliz, el desea tu felicidad, y que te ames y ames a tus semejantes, manifestando su perdón; perdón que es incomprensible para el ser humano, porque no pide nada a cambio para perdonar”
En eso el niño hecho hombre, que buscaba saciar su venganza, cae arrodillado llorando imparablemente… uno de los hombres que servían en la campaña, se acerco y comenzó a orar por el… pidiéndole paz, fortaleza, perdón, dirección de Dios y amor, para el… el hombre que aún lloraba, levanto su cabeza para ver al hombre que había orado por el… y en su rostro reconoció al acecino de su padre; aquel que a sangre fría, le había arrebatado a su padre sin piedad…
Inmediatamente, el niño hecho hombre, se levanta y apunta con su arma al hombre diciéndole entre molesto y agobiado, ¡te había estado buscando por veintitrés años, para cobrarte la vida de mi padre con la tuya, y ahora te tengo aquí, apuntado con mi arma,, listo para vengarme!...
El hombre entre asustado y admirado por reconocer aquel niño en el hombre que le apuntaba temblorosamente con el arma, exclamo… ¡Francisco, antes de que dispares quisiera decirte que, no he tenido un momento de tranquilidad desde que cometí el gravísimo error de matar a tu padre, he vivido arrepentido profundamente por haberlo hecho y haber causado tanto dolor en ti y tu madre, he anhelado pedirles perdón, pero tu madre me hecho de tu casa cuando me presente a pedirle perdón; buscando un remedio de no sentirme miserable, encontré a Jesús, el me dio un nuevo camino, un camino donde no le hago daño a nadie mas, un camino que me hace feliz, un camino que me ha enseñado a perdonar y amar a las personas, un camino que me ha cambiado y ahora no soy el mismo gracias a Jesús, soy una nueva persona!...
Francisco, al escuchar a este hombre, rompe nuevamente a llorar, baja su arma, y el hombre lentamente le abrasa y le pide perdón… en ese lugar Francisco acepta a Jesús como único salvador y estilo de vida…
Por medio de Francisco, su madre perdona al hombre que le quito la vida a su esposo, y también tiempo después acepta a Jesús como único salvador y Señor de su vida…
Esta historia de vida, refleja un gran testimonio “EL PERDÓN” que Dios trabaja en las personas para un propósito de bendición y amor… Dios nos llama a su perdón, debemos perdonar, así como el nos ha perdonado a nosotros…
Si quieres que Jesús se manifieste en tu vida y puedas vivir sin cargas… simplemente acude a el, con un corazón sincero, orándole para que sea Señor sobre tu vida, para que el cargue con tu carga, para que el manifieste lo que quiere para tu vida, para que el te perdone, para que el te acompañe hoy mañana y siempre…
Recuerda ¡Jesús te ama! Y el quiere cosas maravillosas para ti… proponte descubrirlas…

¡Bendiciones…!

ATT: Patrick Willeth Rodríguez Vega

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